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La Maldición

La Maldición

Current price: $12.85
Publication Date: June 1st, 2023
Publisher:
Ibukku, LLC
ISBN:
9781685744106
Pages:
184
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Description

"Yo os maldigo esta noche y espero y deseo que os ve is como yo me veo, ni m's ni menos que como yo me veo, enterrado en vida, y que esta sea larga, una muy larga vida. "DE HACER CUMPLIR LA MALDICI N DE UNA MONJA SE ENCARGA EL DIABLO EN PERSONA". Esto fue lo que le dijo atemorizado Don Pedo Gonz lez de Hoyos, p rroco de Santa Mar a la Blanca, a I igo Palomino al momento de escuchar su confesi n. Nos encontramos en Sevilla, a mitad del siglo XVII y a principios del reinado de Carlos II. Comienza ya el declive de la ciudad m's hermosa y cosmopolita del Imperio Espa ol. Pero aun as , el arte del siglo de Oro y especialmente el barroco andaluz, contin a brillando en los talleres de Murillo o en el de Pedro Rold n. Festejos de ca as y toros, comedias de Lope y de Tirso y las procesiones de Semana Santa, marcan el ritmo vital y apasionado de un ciudad que a n en decadencia, sigue siendo el coraz n de un Imperio donde a n no se pone el Sol. Es en este ambiente que un joven aprendiz del taller del maestro Murillo, don I igo Palomino, un se orito desenfadado, sin complicaciones y perteneciente a una de las mejores familias de la ciudad, como consecuencia de unos amor os desgraciados con una novicia en clausura, de pronto se enfrenta al horror creciente de una maldici n que se va cumpliendo d a a d a de manera inexorable. Y es as como en medio de uno que otro op paro banquete en la mejor fonda de la juder a, de devociones en Santa Mar a la Blanca, de duelos en las Atarazanas, de amores apasionados con una actriz famosa, y de obras y entremeses en el Corral de Comedias de los Alc zares Reales, la maldici n, supervisada en su cumplimiento por un misterioso personaje que visita a I igo cada noche, sigue manifest ndose en forma paulatina hasta que, para desesperaci n, espanto y terror del mozo, termina por cumplirse en su totalidad. Es a este personaje diab lico y a la maldici n que mantiene a I igo postrado en una especie de muerte en vida, y siempre teniendo como tel n de fondo la omnipresencia tenebrosa del tribunal del Santo Oficio, que se enfrenta, con valent a y todos sus recursos metaf sicos, Don Pedro Gonz lez, exorcista aficionado y confesor del joven.